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ME PREGUNTO A MI MISMA

Una y otra vez aparecen preguntas en nosotros mismos, la mayoría de ellas no sabemos cómo responderlas y entonces recurrimos al exterior para encontrar una posible respuesta.

Durante muchos años, mi patrón de respuesta ha sido este, preguntar fuera lo que necesitaba responderme dentro.


Sin embargo, una de las cosas que he descubierto en este camino interno es que la mayoría de las veces la respuesta también está en mi interior, de hecho, si observas, inmediatamente después de formularnos una pregunta, aparece una posible respuesta, automáticamente la desechamos porque nadie nos dijo que nosotros mismos pudiéramos respondernos.

Pero la verdad es que sí podemos, y ahora te preguntarás ¿cómo? la respuesta es muy sencilla.

Siéntate en un lugar tranquilo donde nadie vaya a molestarte durante ese momento, conecta con tu respiración, simplemente comienza a respirar profundamente, observa como tus pulmones se expanden y se contraen en cada respiración que haces.

La respiración activa el sistema parasimpático, encargado de proporcionarnos calma y serenidad, a la vez desactivarás al juez interno encargado de juzgar todo lo que haces, dices o piensas.

Cuando sientas esa paz en todo tu cuerpo realiza la pregunta, puedes llevar las manos a tu corazón si lo deseas.

Espera unos instantes, a veces unos minutos, y aparecerá la respuesta. Entonces te volverás a preguntar ¿Cómo sé que esa es la respuesta correcta? también es muy sencillo, lo sabrás por lo que sientes en ese momento en tu cuerpo.

Si la respuesta te da paz, armonía, alegría o satisfacción ¡enhorabuena! has hallado la respuesta correcta, sin por el contrario la respuesta te incomoda, aparece tu juez interno o no te satisface, deberás volver a empezar, y lo harás tantas veces como haga falta hasta encontrar esa respuesta que te lleve a la paz.

Como todo inicio será la práctica de esta herramienta la que te llevará a obtener más rápida y sencillamente las respuestas que tu necesitas, que solamente tú te planteas y por lo tanto solo tú puedes responder.

Ayúdate de la confianza y la fe de que eso que te ha sido respondido es lo que mejor te viene para ese momento, y pon en práctica la respuesta obtenida.

Tu eres tu maestro, tu sanador, tu médico, tu terapeuta, el exterior es una herramienta más a la que podrás acceder siempre que una duda, emoción o temor te asalte.


Pero confía, confía en ti...... practica, practica diariamente la conexión con tu parte interna y podrás encontrar las respuestas a todo eso que te preguntas.

Recuerda que los tiempos de tu mente no son los tiempos que se necesita realmente para obtener la respuesta que te ha sido dada. Porque cada cosa sucede en el momento justo y necesario para nuestro desarrollo.

Practicar la paciencia, la aceptación y el equilibrio es algo a desarrollar por todos nosotros en este mundo de inmediatez.

Yo me pregunto y yo mism@ me respondo, ese es el fin de toda práctica.


Con mucho amor,


Eloisa Sánchez



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